lunes, 21 de noviembre de 2011

pasado a la carta


A veces miro a mi hijo, que es mas grande que un ropero, absorta tratando de desentrañar los misterios de su independencia y las estupideces que le importan mucho mas que su madre. Transida de pena apelo a la nostalgia, le toco el pelo y digo: -Te acordás, cuando ibas al jardín y llevabas una fruta en la mochila?-
-Cómo me voy a olvidar si eras la única madre del jardín que mandaba una banana para acompañar el mate cocido?-

No hay comentarios:

Publicar un comentario